Hospice en casa

Actualmente ofrecemos los cuidados de “hospice en casa” (hospice at home), en el cual nuestro equipo visita a los enfermos terminales en su propia casa, o en el hospital o  residencia, pues muchos enfermos se encuentran ingresados hasta el momento de morir. Les acompañamos y damos soporte espiritual, tanto para ellos como para sus familiares, cooperando con el equipo médico para garantizar las mejores condiciones de calidad de vida. Estamos familiarizados con los problemas inherentes a los estadios finales de la vida.

La experiencia de los centros que funcionan en todo el mundo es que la atención en el propio domicilio es la opción que preferirían la mayoría de personas y familias, aunque esto a veces no es posible por distintas razones que son valoradas en cada caso individual.

Afortunadamente en nuestro medio contamos con la existencia de unidades de cuidados paliativos hospitalarias y también de equipos de atención domiciliaria que realizan una atención paliativa (PADES).

Sin embargo, esta cobertura no abarca a todas la población y a pesar de contar con profesionales preparados para la atención médica y psicoemocional, muchas veces la profundidad del momento requiere un acompañamiento en el aspecto más existencial y esencial del ser humano. Aquí es donde la labor del hospice y la de los equipos paliativos se complementan y se solapan.

El tiempo que a uno le queda de vida tras determinar que no hay posibilidades de curación es un tiempo precioso para dedicarlo a lo que uno desee, es un tiempo muy valioso que nadie debería robarnos.No obstante muchas veces se entra en una espiral de intentos por prolongar la vida a toda costa, con el único fin de prolongarla, que potencian el sufrimiento y dificultan  a toda la unidad familiar vivir esos momentos con la intimidad, profundidad y clima de amor necesarios para partir desde la paz y la aceptación.

El acompañamiento hospice, una vez controlados los síntomas físicos tiene como finalidad atender al enfermo y a su familia en todas estas cuestiones que podríamos englobar en la dimensión espiritual.

Los equipos designados por el hospice se desplazan donde reside el enfermo o donde está internado, de una forma regular y pactada